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Cómo tener el vaso limpio perfecto para la cerveza

Hay una ciencia detrás de la cerveza perfecta, todos sabemos que la cerveza debe servirse con el vaso a 45º, y, que una vez alcanzado el ecuador del vaso, uno tiene que inclinar el vaso hacia arriba y cerrar el grifo para evitar que rebose. Un collar de espuma debe rematar visualmente la cerveza, que realza los aromas y “protege” su carbonatación.

Lo que quizás todavía no sabe tanta gente es que un simple factor puede dinamitar este delicado proceso. ¿Te imaginas cuál?

Así es, una cristalería sucia o en su defecto, una cristalería sin una higiene óptima.

Cuando se trata de la cerveza perfecta, lo que realmente necesitamos es lo que en inglés se llama “beer clean”, que vendría a ser un término industrial que describe un vaso libre de cualquier impureza.

¿Qué es un vaso limpio y preparado para la cerveza?

Según el Manual de Calidad de la Cerveza de Barril, un vaso limpio “»Forma una cabeza de espuma adecuada, permite la formación de cordones durante el consumo y nunca muestra manchas de burbujas pegadas al lateral del vaso».

Cómo la higiene afecta a la cerveza

Un vaso sucio puede comprometer tanto el sabor, la carbonatación como el aspecto de la cerveza.

Hay distintas pruebas visuales y ejercicios para determinar si un vaso está limpio o sucio.

Los residuos que ensucian nuestra cristalería no tiene por qué ser siempre visibles, los residuos grasos, como el jabón, pueden dejar una pátina transparente en el vaso que hará que la cerveza se desinfle, pierda el gas rápidamente y cambie su sabor.

Signos de una limpieza pobre

  • Sucio a primera vista, con huellas o marcas.
  • Mala formación de espuma, pobre, poco consistente y que desaparece muy rápido. (Lo contrario al encaje belga, del que hablaremos a continuación).
  • La cerveza queda plana, sin cuerpo, sin volumen.
  • Las burbujas se adhieren al cristal de la copa.
Imagen extraída de Google

Signos visibles de un vaso “beer clean

  • Aparición del efecto encaje belga tras cada sorbo. El encaje belga es el patrón que deja la espuma en el vaso después de cada sorbo.
  • La corona de espuma no desaparece, su retención es muy alta.
  • No se forman burbujas en la pared de la copa.
  • Permite que la cerveza se perciba en todo su esplendor.
Imagen extraída de Google

Tips para limpiar bien un vaso para que quede “beer clean”

  1. Tener una esponja única y exclusivamente para los vasos y las copas de cerveza hará que no se dañe ni el cristal ni el serigrafiado.
  2. El uso de jabón neutro hará que los vasos no adquieran un toque blanquecino con el paso del tiempo.
  3. Enjuagar con abundante agua evitará que cualquier residuo se adhiera al vaso.
  4. El secado debe hacerse al aire libre, ya que los trapos pueden dejar impregnados olores o pelusa, además es aconsejable dejar secar los vasos y copas boca arriba para evitar que la humedad se pegue en los cristales.

La importancia de un vaso “beer clean

Un vaso limpio te permitirá servir y beber una cerveza de la forma en que su cervecería pretende que lo hagas, por eso es tan importante la higiene de los vasos y las copas, sin su correcta limpieza, la carbonatación, los sabores y los aromas se verán comprometidos.